Aunque Serbia ha sido durante siglos el escenario de frecuentes guerras, incendios, devastación, y migraciones masivas, en los turbulentos caminos de Europa oriental a Europa occidental, todavía permanece un rico legado cultural ehistórico. La rica variedad de monumentos históricos y lugares de belleza natural hacen que Serbia sea un país de gran interés para el turismo, en gran parte, por sus atractivos.

Los numerosos yacimientos arqueológicos son un testimonio de la vida prehistórica en esta región. Lepenski Vir fue el primer ejemplo de una estructura socioeconómica entre el 6500 y 5500 a. C., Starčevo en el Neolítico Antiguo, entre el 5500 y el 4500 a. C., y Vinča en el Neolítico Tardío, entre el 4500 y el 3200 a. C., constituyen la evidencia de que esto fue durante milenios un centro cultural del mundo prehistórico.

Hay también importantes restos de calzadasyciudades romanas – Gamzigrad, Sirmium y Mediana -, con una variedad de lugares – que hoy dan testimonio de seis siglos de presencia del Imperio Romano en el territorio de Serbia.
Una de las categorías más importantes de los monumentos que se conservan en Serbia son los monasterios ortodoxos, que fueron erigidos durante el período comprendido entre el siglo XII y el siglo XVII. Se pueden encontrar en un área comprendida entre Fruška Gora, en el norte, a través del Morava y los valles de Ibar, en dirección hacia Kosovo y Metohija. El complejo de Stari Ras y Sopoćani, el monasterio de Studenica y de Visoki Dečani, junto con el Patriarcado de Peć, Gračanica y la Iglesia de Nuestra Señora de Ljeviš en Prizren, se agrupan bajo el nombre común de “Monumentos medievales de Kosovo (Serbia)” en la Listade Patrimonio Mundialde la UNESCO.