Comience en la capital, Belgrado, su viaje a través de Serbia, en la confluencia de los ríos Sava y Danubio. Belgrado ofrece muchos lugares para visitar, como Ada Ciganlija – o el “Mar de Belgrado” como lo conocen los locales – la Fortaleza de Belgrado y el parque Kalemegdan son muy recomendables. Después de un día lleno de actividad, se puede disfrutar de una noche animada en la ciudad, algo por lo que Belgrado es bien conocida.
Ahora le lleva el camino hacia la montaña de Fruška Gora, conocida como el Monte Athos de Serbia, que cuenta con 17 monasterios de los siglos XV a XVIII, todos enclavados en sus laderas. Y con esto ya ha comenzado su viaje a través de la Vojvodina, conocida por sus numerosas granjas (salaši), establos, bodegas, comida y, por supuesto, el festival de música EXIT. Este festival se celebra anualmente en la Fortaleza de Petrovaradin en Novi Sad y atrae a más de medio millón de jóvenes de todo el mundo.
A medida que navega por Serbia a lo largo del Danubio, descubrirá las huellas de las civilizaciones prehistóricas en sus orillas, como Vinča, cerca de Belgrado, y, Lepenski Vir, cerca de Donji Milanovac. También se encontrará con Viminacium de la era romana, anteriormente uno de los campamentos militares más importantes en el Danubio. Combine la cultura con la aventura mediante los recorrido por los muchos caminos marcados en bicicleta para explorar las orillas del Danubio.
Y en el sur se encuentra Niš, el lugar de nacimiento de Constantino el Grande, en cuya época el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano. El sur de Serbia es conocido por su enérgica música, comida sabrosa, las alfombras de Pirot, los pimientos y el queso kačkavalj. En Leskovac, no se pierda la degustación de las mejores carnes a la brasa en toda Serbia. Después de la suculenta comida, podrá apreciar el aire de la montaña de Stara Planina, la montaña más hermosa en la zona este de Serbia, donde podrá disfrutar del esquí o del senderismo en plena naturaleza virgen. Un poco más al sur, el lago Vlasinsko y sus islas flotantes de turba le aguardan.
La Serbia occidental ofrece un paisaje y una experiencia totalmente diferente. Su primera parada debe ser Oplenac, un sitio cultural e histórico, que alberga la importante Iglesia de San Jorge (Crkva Svetog Djordja) que es también el mausoleo de la dinastía de la familia serbia Karadjordjević. Continúe su recorrido por el “Valle de los Reyes”, desde el monasterio de Žiča, del siglo XIII, hasta el monasterio de Studenica, del siglo XII, que está en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. En esta región también se puede ver el monasterio de Gradac del siglo XIII, dedicado a la princesa francesa Helena de Anjou, esposa del rey Uroš I Nemanjić.
Ahora es el momento para el deporte y la aventura. La Serbia occidental, con sus numerosas montañas, ríos y lagos, es el lugar perfecto para practicar deportes al aire libre. El Drina, Uvac, Lim y Ibar son los ríos en los que puede buscar un subidón de adrenalina, pero recuerde, necesita una buena equipación para el rafting.
No se pierda un paseo en un tren de 1925, el “Šarganska Osmica”, cuyas vías cortan el paisaje de la montaña de Mokra Gora en forma de ocho. No lejos de aquí está el pueblo étnico de Sirogojno y también hay oportunidades para el turismo en los hospitalarios hogares serbios, con alimentos sanos, tradicionales y, por supuesto, rakija local (brandy de Serbia), así como los oficios tradicionales y artesanías. También debe visitar Drvengrad, un pueblo moderno y étnico, construido por el famoso director de cine serbio Emir Kusturica.
La multitud de balnearios, que eran frecuentados por los emperadores romanos en su tiempo, ahora son frecuentados por empresarios y deportistas de elite, son lugares ideales para el descanso y la relajación. Los mejores balnearios son los de Vrnjačka Banja, Sokobanja, Banja Kanjiža, Banja Koviljača y Palić.O tal vez un balneario de montaña, como Zlatibor, Zlatar o Divčibare, donde estarán tal vez más a su gusto. La naturaleza ha sido generosa con Serbia; muy cerca de los balnearios hay muchas reservas, monumentos naturales y vegetales protegidos, y hábitat para los animales.
Y los amantes de los deportes de invierno podrán disfrutar de la amplia gama de instalaciones de montaña de Kopaonik, donde la temporada de esquí se inicia a principios de diciembre y termina a finales de abril. Durante el resto del año se puede ascender a pie, realizar vuelo, orientación o la observación de aves.
No importa en dónde comience su viaje en Serbia, sentirá la tradición y el espíritu que la gente transmite a través de una amplia gama de eventos – ya sean turísticos, culturales, deportivos o de entretenimiento– que se celebran durante todo el año. El Festival de Bandas de Dragačevo en Guča, Homolj en Kučevo, el Corte de Rajac, las Jornadas del Pastor de Kosjerić, el Carnaval de Vrnjci y los días de la cosecha de uva en Vršac, son sólo algunos de ellos.
¡Nos vemos en Serbia! ¡Bienvenido!