Serbia ha conectado el Oeste con el Este desde hace siglos – una tierra en la que las civilizaciones, culturas, religiones, climas y paisajes se encuentran y se entremezclan.
Se encuentra en el centro de la península de los Balcanes, en el sureste de Europa. La parte norte pertenece a la Europa Central, pero en términos geográficos y climáticos es también en parte un país mediterráneo. Serbia no tiene litoral, pero como país por donde transcurre el Danubio se conecta a mares y océanos lejanos. Serbia es un cruce de caminos en Europa y un territorio geopolíticamente importante. Las carreteras internacionales y las vías de ferrocarril, recorren a través los valles de los ríos del país, y constituyen el enlace más corto entre Europa Occidental y Oriente Medio.
De las regiones agrícolas de la llanura de Panonia, en el norte, a través de los fértiles valles fluviales y colinas cubiertas de huertas de Šumadija, el paisaje de Serbia continúa hacia el sur, poco a poco dando paso a las esplendorosas montañas repletas de cañones, barrancos y cuevas, así como a sus bosques bien conservados. Las hermosas montañas de Serbia, los parques nacionales, los ríos y los lagos son el lugar perfecto para unas vacaciones inquietas al aire libre – desde la caza y la pesca hasta los deportes extremos.
Durante siglos, en su espléndida historia, Serbia ha estado en el centro de Europa y de la atención mundial de forma desproporcionada, en relación con su modesto tamaño, poder económico y número de habitantes. Muchas lecciones de valentía, patriotismo y lucha por la libertad se pueden aprender en cualquier lugar al que se vaya en Serbia, al transitar a través de sus ciudades y regiones.
El patrimonio cultural e histórico de Serbia comienza con sus yacimientos arqueológicos prehistóricos y su legado de la antigüedad clásica. Tal vez su mayor riqueza, sin embargo, está en las numerosas iglesias medievales y monasterios serbios, algunos de los cuales están incluidos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Todo el año se celebran en Serbia diversas actividades culturales, de entretenimiento, eventos tradicionales y deportivos, lo que demuestra el poder creativo y la vitalidad espiritual de este país.
Hoy en día, Serbia es un país moderno, democrático y europeo, en el camino hacia la adhesión a la Unión Europea, con una amplia gama de visitantes – desde jóvenes mochileros a participantes en congresos y ferias – que la visitan todos los días.
Estadísticamente, los destinos turísticos más visitados son las ciudades de Belgrado y Novi Sad, los montes de Kopaonik y Zlatibor y los balnearios de Vrnjačka Banja y Sokobanja.