Las familias en las aldeas del oeste de Serbia fueron las primeras en recibir a turistas en sus hogares en calidad de invitados. Desde Šabac y Tršić a las zonas de Mionica y Užice, desde Povlen y Zlatibor a Tara y Šargan, desde Zlatar y Ivanjica a Kamena Gora y Jabuka, se pueden encontrar montañas plagadas de bosques de coníferas y arroyos, así como muchas casas en los pueblos donde atienden a los turistas. Esta región es también el lugar a donde acercarse para ver los parques étnicos de Sirogojno y Drvengrad.
Las casas están construidas con materiales clásicos, por lo general de madera, sobre cimientos de piedra, y la arquitectura es interesante y sorprendente. El interior destila calidez, a veces por la chimenea, a veces por su sencillez o por la lana y la artesanía de cerámica. Es por ese motivo que parece que alguien cercano le ha invitado a su casa por un tiempo para que pueda desconectar, recargar las pilas y coger energía para la vida diaria.
Aquí la gente se saluda diciendo “svako dobro” (“los mejores deseos”), y la cocina tradicional ofrece una gama interminable de platos interesantes. Se trata de la proja (pan de maíz) y la projarica (pan de maíz en forma de torta a base de harina de grano local); pan integral con una extensión hecha de queso y champiñones; pita sa domaćim korama (pastel con pasta casera); čorba od povrća o kopriva (caldo de verduras o de ortiga), đuveć(cazuela) y pimientos rellenos, užička lepinja (pan al estilo de Užice), kačamak (una especie de polenta con requesón) o domaće kiselo mleko (leche casera fermentada), vanilice (galletas de vainilla con mermelada), varios tipos de travarica (aguardiente a base de hierbas) con milenrama, raíz de sauce, hierba de San Juan, vino de moras y zumo de arándano. Užička lepinja, una especialidad local de larga tradición, se prepara cortando un pedazo de pan, y colocando una cucharada de kajmaky un huevo en el interior, mezclarlos y luego asarlo en un horno caliente durante unos 10 minutos.
La famosa Regata del Drina, que se celebra a finales de julio, es una reunión especial de más de 5.000 personas que flotan en balsas de madera río abajo con el sonido de las bandas de música. Cada mes de enero el pueblo de Mačkat, situado a medio camino entre Užice y Zlatibor, celebra la Pršutijada– un festival dedicado a los productos ahumados, jamón entre otros, que han sido preparados de manera tradicional durante siglos. La Colonia Internacional de Bellas Artes de Cerámicas, que se celebra cada verano a finales de agosto en el pequeño pueblo de Zlakusa, cerca de Užice, atrae a artistas de todo el mundo.
El monasterio medieval de Mileševa, ubicado cerca de Prijepolje, es conocido en todo el mundo por su fresco del Ángel Blanco, y por el tren Šarganska Osmica, un antiguo ferrocarril de vía estrecha que se encuentra en Mokra Gora, que no deben perderse los turistas.
La cueva de Potpećka Pećina, protegida por la ley, y situada cerca de Užice, es única por su entrada en forma de herradura. El abeto serbio (Picea omorika), una rareza natural, ocupa el lugar de honor en la lista de las más de 1.000 especies vegetales del Parque Nacional del Tara. La observación de buitres leonados en su hábitat natural, los cañones del río Uvac, son visitas que no se deben perder.